¿Por qué somos infelices?

¿Hay alguna diferencia entre el agua del océano y el agua del río, o entre el agua que sale de la llave o el vapor que emana al descongelarse el frío de la mañana?, ¿Es diferente el agua de mi cuerpo al agua del tuyo?, ¿Soy diferente de tí?, ¿Soy diferente hoy al yo del ayer, o al yo de mañana?

La causa primordial de la infelicidad está radicada en esa sensación o sentimiento que emana al creer que algo nos falta, que estamos separados de lo que nos rodea. Esta desconexión casi intrínseca en nuestra sociedad produce ansiedad, y es nuestra inhabilidad para lidiar con ella, la que nos enferma, física, mental y espiritualmente.

Somos infelices por que no sabemos aceptar esta ansiedad, y la agrandamos, transformándola en miedo. La convertimos en algo externo, al verla proyectada en otra cosa que no seamos nosotros mismos, como el miedo a perder nuestra casa, nuestro trabajo, nuestra pareja o nuestra vida.

Sentimos miedo, y este nos presiona convirtiéndose descontroladamente en más angustia. Llevándonos a un estado conocido como “estrés”. Se desborda y toma control de nuestras emociones, llevándonos por corrientes vertiginosas, donde nos perdemos y agrandamos la sensación de estar desconectados de nosotros mismos. Nos consolamos e intentamos remediar esto, al intentar conectar con otros a nuestro alrededor, al intentar conectar con tendencias o modas. Nos entregamos por completo a lo que el mundo externo nos ofrece y entonces nos vemos convertidos, usando formas y máscaras “compradas”, como si fueran propias y creyendo que conforman nuestra identidad.

Pero muy en el fondo sabemos que eso no somos nosotros y el día a día con sus problemas habituales, alegrías momentáneas y sentimientos pasajeros, nos distrae. Y en la distracción somos reyes de todo lo conocido, vivimos y nos vanagloriamos de lo que hacemos, de lo que creamos y de lo que creemos también. Porque preferimos vivir eternamente y comodamente distraidos de la consciencia antes que comenzar a aceptar el vacío en el cual vivimos.

Buscamos valores, propósitos, sueños, metas y aun así, el vacío permanece, y en él, mantenemos la incertidumbre de lo desconocido. Evitamos mirar, porque sabemos que no podemos ver realmente. Y si fuésemos capaces de ver, entonces todo en lo que creemos y por lo que vivimos, se derrumbaría, pues hemos montado un espectáculo, hemos elegido roles para estar aquí, comodamente, sin saber verdaderamente, quién es el que está aquí.

Somos infelices, y hay que aceptarlo. Porque nunca aprendimos a ser o a estar felices. Porque ni si quiera sabemos qué es lo que eso significa. Y nos conformamos comodamente con repetir la frase célebre de algún poeta o filósofo, como si verdaderamente lo hubieramos dicho nosotros, después de una experiencia real de felicidad plena y pura.

Más bien copiamos  en todo lo posible, la felicidad que vemos proyectada en el otro, entonces nace la competencia. El deseo nos gobierna, y el enojo nos consume, cada vez que el otro logra algo y nosotros no. Perdemos el control, porque creemos tener el control.

Comparación, competencia, celos, envidia, miedo, egoísmo, avaricia… Cada día sentimos esto, cada día hacemos algo para no volver a sentirlo, repetidamente, volvemos a sentirlo, ya que sin importar lo que hagamos, estamos cazando nuestra propia cola.

Somos infelices porque estamos viendo el mundo con los ojos cerrados. Estamos navegando sin velas ni remos, ni motor. Estamos a la deriva en el mar de nuestra propia ignorancia. Estamos a merced de nuestra angustia y ansiedad, de nuestro miedo a la muerte, al rechazo y al abandono. Y no existe un solo guía en el que podamos confiar, pues, estamos a merced del ego, que nos embauca y nos hace desconfiar. Principalmente, de nosotros mismos y de la vida.

¿Quieres dejar de ser infeliz?

Abraza tus miedos, acepta el vacío de tu corazón, permite que se expanda, permite que siga siendo vacío. No busques más, pues ya sabes que no hay nada. Ahora simplemente vive en el vacío, y entonces aparecerá para tí, el presente. Ningún color, ninguna forma, ninguna edad, ni cargo, ni bien material, ni ser amado, te llenará, ni estará contigo para siempre. Permite que el dolor se exprese en tí, así como la alegría. Permite al vacío y libera el silencio. Ahora sólo respira y vive.

La vida es evidente. Vívela como realmente es. Tu camino es aquel que haces paso a paso, momento por momento. Agradece cada instante y da al mundo aquello que hayas recibido a cambio.

3 Habilidades para el Éxito

Si bien podríamos hacer una larga lista de recursos, habilidades, conocimientos, etc para conseguir el éxito, de la índole que sea. Creo que hay 3 habilidades clave para conseguirlo. Y digo habilidades, por que no son simples características, sino que también son desarrollables por medio de la práctica correcta.

Lo primero es saber que significa el éxito para mí. Ya que sino, estaremos viviendo y cumpliendo el éxito que nos imponga nuestro jefe, nuestra familia o nuestro gobierno de turno. El éxito, es algo personal, se respira, se vive, como la sangre que corre por las venas, se siente como la tierra bajo los pies o como el calor del fuego en la piel. No es una meta, no es un destino, sino un estado y hasta no comprender esto, nunca lo alcanzaremos.

Ejercicio #1 – ¿Qué es el éxito para mí?

Escríbe en no más de 5 lineas lo que tu consideras que es el éxito en este momento de tu vida. Leelo en voz alta y siente tus propias palabras. Si es que logras sentir ese calor interior que te hace sentir exitoso, entonces eso es. Si no, entonces vuelve a intentarlo, inspírate antes de hacerlo.

Motivación

La primera habilidad para el éxito es aprender a estar motivado. Sin importar que esté sucediendo a nuestro alrededor. Si permitimos que la negatividad nos domine, entonces no tendremos la fuerza para superar los desafíos que tengamos delante nuestro. Y para eso hay muchas maneras de hacerlo, cada uno debe ser capaz de despertar la Automotivación necesaria para seguir adelante, para despertarse temprano, para acostarse tarde, para esforzarse un poco más, etc.

Nadie más que tu es el responsable de hacer esto y sin importar como lo hagas, debes hacerlo, es tu compromiso y responsabilidad número 1. Nada ni nadie, ni tu mismo deben cohartar tu motivación. Más que darles recomendaciones de como hacerlo, quiero darles preguntas necesarias para esto.

Ejercicio #2 – ¿Para qué quiero tener éxito?

Preguntate para qué quieres hacerlo. Si no tienes una visión, si no tienes un sueño, si no tienes al menos la esencia del aroma que persigues, entonces como vas a mantenerlo cuando todo se ponga dificil y la vida te de vueltas de arriba para abajo. Las personas exitosas, son recordadas por que apesar de todo, mantuvieron su motivación, continuaron a pesar de sus dudas y a pesar de que todo el mundo les decía que no, que era imposible, que era pésima idea.

Persistencia

La persistencia es sin duda, la habilidad más importante para conseguir todo lo que queremos. Para ser ese que queremos ser. La persistencia es un arte, porque requiere de otras habilidades y actitudes, como el esfuerzo, la paciencia, la fluidez, la inteligencia y astucia para que a pesar de posibles dificultades u obstrucciones que se presenten en nuestro andar, sigamos con la disciplina que nos hemos propuesto. Exige tener motivación, tener visión, tener agallas para ir más allá de nuestra zona de confort, ir más allá de lo que nunca hemos ido. Adentrarnos profundamente en la experiencia pura, sin conocimiento y a pesar de eso, continuar, incansablemente.

La persistencia es una habilidad clave y así como la motivación, es responsabilidad personal, aprender a desarrollarla. Un músico o un deportista sin persistencia, nunca lograrán sus sueños. Un científico, un emprendedor o empresario o simplemente un niño que quiere un futuro mejor para su familia, sin persistencia, no llegarán al destino que buscan.

Esto lo sabemos, pero muy en el fondo, tenemos pereza, nos distraemos con facilidad, nos excusamos y dejamos para otro momento lo que podríamos estar haciendo hoy. Nos aterra ser nosotros mismos, afrontar la adversidad que sea y persistir. Nos acomodamos, buscamos seguridad y vivimos de fantasías, “si fuera millonario…”, “si viviera en otro país…”, “si tuviera una pareja que me apoyara…”. Buscamos pretextos para dejarnos estar.

Ejercicio #3 – Encuentra el vehículo correcto

Si ya sabes en que quieres tener éxito y ya tienes la motivación para comenzar, crea un plan de acción en donde establezcas cuanto tiempo a la semana vas a dedicarle a esto. Por ejemplo si fuera hacer ejercicio o tocar un instrumento, define 2 o 3 sesiones de 1 hora a la semana y comprometete por al menos 3 meses cumplir al 100%. Si lo logras, entonces estarás un paso más adelante. Poco a poco irás desarrollando más tu persistencia, resiliencia, paciencia, fluidez, astucia e inteligencia. Aprenderás a mantenerte automotivado, ya que verás que cada día será diferente y necesitarás el esfuerzo para comenzar como si fuera la primera vez. Se flexible y firme, ya que aveces las circunstancias nos obligan a modificar el plan, pero no puede volverse esto una excusa para no hacerlo, pase lo que pase, cumple con tu meta semanal.

¿Que pasa si no lo logro?. Persiste. Verás que hay una gran diferencia entre “intentar” y “hacer”. Mientras la primera palabra solo describe una intención, la segunda, describe la acción misma.

[embedyt]https://www.youtube.com/watch?v=fktfTU5i22U[/embedyt]

Consistencia – Excelencia

Dar lo mejor de sí. Competir sólo con uno mismo. Saber que hoy tengo la oportunidad de ser mejor que el yo de ayer. Buscar la impecabilidad en nuestras acciones. No hacer las cosas por deber, por necesidad. Hacerlo porque a pesar de que estemos haciendo y para quién, hacerlo lo mejor posible. Eso es lo que ha caracterizado a culturas como la Germana y la Japonesa en su búsqueda de la excelencia y podemos ver como los productos que disfrutamos de ambos países, así como su arte, arquitectura, música, literatura y poesía, son reconocidas en todo el mundo. Y esta búsqueda incensante, no de la perfección, sino de la honestidad y pasión máxima que un ser humano puede vertir en todo lo que hace, es lo que nos diferenciará, es lo que nos traerá reconocimiento, es lo que nos llevará al éxito.

No se trata sólo de tener motivación y persistencia, sino que también, tener ritmo, ser consistente, buscar siempre mejorar, no conformarnos. ¿Si no diste lo mejor de tí, entonces como sabrás si podrías haber tenido un resultado mejor?. Si te decides a hacer algo, ¿Para qué hacerlo más o menos, cuando podrías hacerlo lo mejor posible?, Si no vas a terminar lo que comenzaste, ¿Para qué entonces comenzaste?, ¿Sólo para darte cuenta que eso no era lo que querías?, Comenzar es tan importante como terminar. Cada vida tiene un ciclo, las oportunidades no se presentan 2 veces de la misma manera y con las mismas circunstancias. El momento que vives, es irrepetible, el “ahora” no volverá. Entonces ¿Qué vas a hacer?.

Ejercicio #4 – Se impecable

Los Budistas nos ofrecen su sabiduría y nos hablan de que existen 3 dimensiones del actuar humano. Pensamiento, Palabra y Cuerpo. Y ser impecable significa serlo, en estas 3 dimensiones. Eso nos lleva a la coherencia y por consiguente, encontramos reciprocidad. Logramos los resultados que tenemos de acuerdo al grado de impecabilidad que hay en estas 3 dimensiones. Toma cada decisión y cada acción desde tu pensamiento, desde tu palabra y desde tu cuerpo. Entonces no habrá división, no habrá incoherencia, muy por el contrario habrá unión y realización, por que a pesar de que esta acción no haya sido lo que en el fondo estabas buscando. Habremos ganado experiencia, y nos habremos empoderado como para tomar otra decisión y emprender cualquier otra acción.

Coaching para el éxito

Si lo que has leido te parece significativo, te parece coherente y quisieras dar un paso más allá, puedo ayudarte, con mis servicios de Coaching, para que aprendas más sobre el éxito, para que descubras qué es lo que significa para tí, para que te empoderes y te mantengas motivado y logres persistir el tiempo necesario, dando lo mejor de tí, y así consigas los resultados que realmente mereces, en cualquier ámbito de tu vida. Profesional, personal, emocional, intelectual o espiritual. Porque en la magnificencia del ser humano, podemos lograr lo que nos propongamos y devolverle al mundo, tood aquello que la vida nos ha dado a nosotros, para estar donde estamos.

Escríbeme a [email protected] o deja un comentario en esta página y te contestaré a la brevedad posible.

Coaching de los 8 Pétalos

El 2016 ya comenzó y avanzará sin prisa. Cada uno de nosotros vivirá significativamente este nuevo año y de esta experiencia podremos reír, llorar, aprender, etc.

La actitud con la que vivamos este nuevo año y la claridad que tengamos de los diferentes aspectos de nuestra vida y de las metas que nos propongamos, definirán los resultados que alcancemos. Es por eso que es bueno durante los primeros 12 días de Enero meditar sobre estos aspectos, elegir nuestras metas y la actitud correcta, pase lo que pase, sin desistir, siempre con gratitud y apertura a las sorpresas que la vida nos deparará este año.

Toma una flor, elige un pétalo, pide un deseo y sóplalo al viento.

Es momento de soñar, es momento de imaginar. Plasmarlo en un dibujo, en tu agenda o en tu pared. Plasmarlo en un Plan de Acción. Y comenzar a trabajar por eso que deseaste!

En el proceso de Coaching de 8 Pétalos, te voy a ayudar a definir cada área de tu vida, que metas y sueños tienes, y a ponerlo en movimiento, en la acción, para que todo lo que deseaste sea concebido.

Somos los responsables de lo que hacemos y lo que proyectamos. No depende de nadie más que de nosotros mismos. ¿Para que esperar un año más a ir por tus sueños, si puedes comenzar ahora?

Escríbeme y atrévete a soñar, con los pies en la tierra, y la vista en el cielo.

ruedadelavida-06-06

 

Homenaje a mi Padre

Decidí escribir un artículo en homenaje a mi amado Padre, y me lo tomo primero como una forma de agradecerle a él la vida que me dió. También es una forma de rescatar todo lo positivo que él ha generado en mi vida, todos esos rasgos que tengo y que son espejos del modelaje paternal que recibí durante mi infancia y adolescencia.

Para comenzar me declaro a mí mismo, un rebelde, con y sin causa, en momentos de lucidez y en momentos de confusión. Y la primera persona con la que me rebelé, fuiste tú. Ahora a mis 33 años, veo que lo hice en esos momentos como una forma de sentirme dueño de mis decisiones, pero en un acto de sinceridad, lo hice también para decirte, mírame aquí estoy. Quería simplemente llamar tu atención, y sentir que me aceptabas.

A veces es difícil reconocer que lo que en verdad queremos es amor. Y es tan fundamental esta necesidad humana, de sentirnos conectados al amor, a través de quienes nos lo enseñaron y mostraron desde nuestro nacimiento. Siento que es hasta más importante que el mismo aire que respiramos, y que por variadas razones, no siempre logramos sentir esa conexión.

Esta desconexión que tuve por muchos años en relación a tí, me hizo sentir en muchos momentos, soledad. Una soledad vacía que me costaba comprender, y me engullía en angustia, tristeza y rabia. Sentir que estás siendo rechazado por la persona que te dio la vida, es un símil al suicidio, a perder toda esperanza de vida, a perderse a sí mismo, encontrando poco significado para mantenerse de pie y seguir hacia adelante.

Aunque dicen que la naturaleza es sabia y nos da justo lo necesario para crecer y aprender, me hubiera gustado sentir que estabas de mi lado, en esa edad en la que más lo necesitaba. Cuando poco o nada entendemos del mundo, y en vez de sentirte como mi enemigo,  sentir que con amor me enseñabas a tener coraje, a confiar en mí mismo, sin importar las dificultades que vinieran. Simplemente no te puedo puedo culpar, ya que te esforzaste trabajando de domingo a domingo, para darnos a mi y mis hermanos, la mejor vida posible, con las mejores posibilidades y siempre dándonos la oportunidad de elegir qué era lo mejor para nosotros, sin ser impositivo ni controlador.

Tengo un espíritu de guerrero, fuerte y sabio, y eso me ha llevado hasta el hombre que soy hoy. Y te agradezco que hayas sido como fuiste. Ahora me doy cuenta que si me hubiera gustado sentirme aceptado, que me lo hubieras hecho saber, que mis decisiones eran válidas para tí y que las respetabas. En vez de criticarlas o juzgarlas. Al final, hoy, puedo ver que lo has hecho, hemos madurado juntos como Padre e Hijo, y puedo decirte estas cosas a la cara.

Un gran amigo y mentor espiritual, me dijo una vez; “La aceptación es la llave para la felicidad”. Y esta frase que me acompaña desde ese entonces, me ha dado fuerza, ánimo y despertado en mí, un sentimiento interno de compasión por los demás. Y es esta práctica de la aceptación la que me lleva a escribirte hoy, honrarte en este espacio, tan íntimo y personal. Decirle al mundo lo importante que eres para mí. En verdad deseo que estas palabras nos sirvan para estar más unidos hoy y que les sirvan a otros que han se hayan sentido “lejos o desconectados” de su padre, que pueden hacer las paces, que este es un acto que nace del corazón, que podemos hacerlo una y otra vez a lo largo de nuestra vida y que los que ya son padres o desean serlo, puedan modelar en sus hijos un comportamiento sano, de crecimiento, de amistad, respeto, confianza, valor y entereza.

En mis “20” hice varias búsquedas internas, comenzando por la mismísima decadencia y autodestrucción al salir de la adolescencia y luego una más elevada, que me conectó profundamente con la naturaleza y mi espíritu. Asistí a varios retiros de liderazgo, meditación y chamanismo, donde poco a poco fui sanando la amargura y soledad de mi corazón, hasta convertirla finalmente en alegría, regocijo y felicidad. Y si bien aún me siento en el proceso de sanación, puedo ver hacia atrás el camino recorrido, puedo ver mi niñez y decir gracias.

Hace unos días atrás estábamos ordenando una estantería llena de libros antiguos, fotocopias y carpetas con hojas. Entre todo esto encontré una antigua fotografía, donde estabas enseñándome a caminar cuando yo tenía 1 año de edad, aproximadamente. Rápidamente la tomé y la guardé, me fui a otra habitación y lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos, un sentimiento profundo y muy real se estaba apoderando de mí. Era una mezcla de tristeza y felicidad que me inundaba y me llenaba. “Mi papá, mi papito”, pensé en ese momento, e incluso ahora que lo escribo, vuelvo a sentirme igual. Una emoción contenida quizás por muchos años. Esto es tan potente, que pensé en compartirlo, al comienzo por redes sociales, pero, realmente elegí darle un espacio en mi Blog, ya que no quiero que se pierda en el devenir de la comunicación digital inmediatista y que pueda obtener cierta permanencia, no sólo por razones terapéuticas, sino que por motivos de trascendencia.

Si esto me ha afectado a mí, también podría estar afectando de igual, menor o mayor manera a otros hombres en este planeta. Y siento un llamado fundamental a compartir esta experiencia con ustedes y que les sirva de la mejor manera en su desarrollo humano.

No quiero centrarme en teorías psicológicas, sobre el desarrollo del autoestima, o de la importancia de sanar las relaciones con nuestra figura paterna y materna, respectivamente. Ya que prefiero que sea un escrito cargado de emoción y de verdad humana. Y que haya un contexto de integración, sincero y profundo.

papa y yoEn este artículo, quiero decirte que me siento conmovido totalmente por esta imagen nuestra, donde me sujetas de los brazos y me ayudas a dar mis primeros pasos. Me doy cuenta, de cómo has continuado haciéndolo, siempre a tu manera, hasta el mismo día de hoy. Quiero decirte que puedo reconocer y ver todo el esfuerzo y el sacrificio que has puesto en el desarrollo mío y de mis hermanos. Puedo ver tu sufrimiento como hombre, puedo ver tus errores, puedo ver tu humanidad vulnerable, y sobre todo esto, puedo ver el inmenso e ilimitado amor que me has dado, hasta el día de hoy.

Quiero honrarte porque quiero que seamos amigos, quiero que te puedas apoyar en mí, quiero me ayudes a crear un nuevo mundo, donde los hombres y mujeres, honran a sus padres y los amen, en donde los padres y madres del mundo, honren y amen a sus hijos, y la sabiduría inmensa del amor, los guíe a tomar las mejores decisiones posibles.

Quiero decirte que te dedico mi trabajo, mi vida, mi legado. Por que, gracias a ti estoy vivo y soy quien soy. Por eso te dedico mis éxitos y victorias. Sé que puedo compartir contigo también mis fracasos, mis metidas de pata y que me escucharás y estarás ahí para mí. Porque tú estás en mi corazón para siempre, estamos juntos, Padre e hijo, amigos, guerreros y hombres sabios y sensibles, artistas, viajeros del mundo interior.

Que este homenaje se impregne en nuestro espíritu, que nos devuelva la fortaleza perdida, que nos llene de energía positiva y poderosa y que se extienda a todos los padres e hijos que por cualquier causa, lo necesiten. Estoy seguro que si todos nos atrevemos a reconocer nuestro dolor y nos entregamos a nuestra vulnerabilidad, es nuestra fortaleza interna la que se maximiza, que reconocer nuestras heridas, sólo nos puede volver mejores. Que la verdadera sanación viene del espíritu indomable, puro, como el de un caballo que corre libre por las praderas. Que con su fuerza interna y su liderazgo natural, se entrega a la vida misma.

Hoy es nuevo día, y el sol nos muestra el camino, hacia el mañana que queramos recorrer.

Te amo Papá.

El Poder de la Confianza

El poder de la confianza es tan grande que puede crear imperios, puede unir pueblos, puede llamar a la gente a unirse y a respetarse, a amarse y trabajar con un fin común.

La confianza es un pilar fundamental en el desarrollo de todo ser humano, indispensable para toda relación, incluso con la naturaleza y sus fuerzas, la confianza es la que hace la verdadera diferencia entre un resultado y otro.

A veces puede que nos falte energía, dinero, recursos, habilidades, personas o amigos, pero con la confianza de nuestro lado, todo se puede lograr. Al contrario podemos tener todo en el mundo y sin confianza somos seres discapacitados, carentes o débiles. Y eso nos lleva más profundo a muchos más impedimentos personales, interpersonales, etc. De la falta de confianza, nace la envidia y los celos, de la falta de confianza nace el resentimiento, la cobardia, el miedo y la apatía.

Sin confianza somos muertos vivos, empujados por el devenir, por las fuerzas incontrolables, nos volvemos víctimas y secuaces de la negatividad. Destruimos poco a poco todo lo verdaderamente bueno, alejamos a la gente que nos rodea y por más amor que nos tengan, podemos hasta perderlos. Lo peor que puede pasar es perdernos a nosotros mismos, y dejarnos llevar hacia la negatividad que como una mancha de petróleo en el mar, contamina todo lo que toca, agua, tierra, planta y animal.

Lo mejor que puede pasarnos, es que gocemos de una confianza abundante, no sólo en nosotros mismos, sino que en la vida misma, y en los demás. Porque vivir es un acto de confianza en sí mismo.

La confianza es un valor trascendente o un valor maestro y saber reconocerlo nos ayuda a manifestar en nuestra vida todo su potencial creador.

En un acto de entender su significado, podríamos racionalizar que la confianza actúa en 2 “espacios”.

Internamente y externamente, o sea lo que me pasa a mí y lo que le pasa al mundo por mi exceso y falta de confianza.

También podríamos decir que la confianza no es estática, sino que es más bien como el agua, se moldea de acuerdo a su recipiente y fluye de acuerdo a su caudal, así como puede estancarse, congelarse, evaporarse. Es por esto que la confianza, aunque podemos intentar definirla, la conocemos más profundamente por medio de nuestro sentir, de las emociones que evoca y produce esta relación entre el “yo” y la “confianza”.

En lo personal, me ha hecho muy bien preguntarme sobre la relación que tengo con mi propia confianza. Meditar conscientemente sobre esto no hace ningún daño, muy por el contrario ayuda bastante. Por esto les dejo 5 preguntas clave, que estoy seguro les aportarán en su diario vivir y podrán ver reflejado esto en sus relaciones, trabajo, etc. Y si quieren profundizar aún más, puedes compartirlas con amigos, su pareja y familiares, para enriquecer aún más su conocimiento y experiencia sobre la confianza.

  1. ¿Cuánto confío en mí?
  2. ¿Espero que los demás confíen en mí de la misma forma en que yo confío en mi mismo?
  3. ¿Cómo me siento cuando no confío en mí mismo?
  4. ¿Quién es el responsable de la confianza que tengo hacia la vida?, ¿Culpo o responsabilizo a otros por mi propia falta de confianza?
  5. ¿Qué experiencias personales me han ayudado a incrementar mi nivel de confianza?

Hay que tener en cuenta que la confianza tiene ciertos enemigos u obstrucciones y es igualmente positivo observarlas y reconocerlas, ya que esto nos ayudará también a desarrollar estrategias para superar traumas y situaciones dolorosas que hayan debilitado nuestra confianza.

Dudas

Las dudas, la inseguridad, todas provocadas por el miedo, son el primer enemigo mortal de la confianza. Simplemente nos transforma en seres incapaces de confiar, con o sin justa razón, por más dolor que hayamos sufrido, no podemos vivir toda la vida así, ya que es un desgaste terrible, y no nos permitirá ser realmente felices, ya que como una sombra en nuestra espalda, estará siempre amenazante. Coartará todos nuestros emprendimientos, frustrará las relaciones nuevas y contaminará las antiguas.

Palabra clave: ACEPTACIÓN

Control

El Control o más bien la necesidad de control, como una consecuencia del miedo es el segundo mayor enemigo, pues no nos deja en paz. No nos permite soltar y dejar que las cosas sucedan a su propio paso. Y si bien podemos volvernos personas muy eficientes y ejecutivas, llega un momento en que el exceso de control, nos puede alejar de las personas que colaboran con nosotros, provocando ambientes laborales y familiares incómodos. Aprender a trabajar en equipo, desarrollar distintos tipos de liderazgo y confiar en los demás, nos hará mejores líderes y mejores personas, reducirá nuestro nivel de estrés y consecuentemente nos sentiremos en paz y disfrutaremos de mayor armonía en el día a día.

Palabra clave: LIDERAZGO

El Poder de la Confianza nace de nuestro corazón, de nuestra mente consciente. Mientras más nos conozcamos a nosotros mismos, mientrás mayor aceptación y liderazgo desarrollemos, lograremos obtener una vida plena de confianza máxima. Sin importar las dificultades que la vida nos presente, no nos perderemos, ninguna herida será tan profunda, ningún problema tan grave y siempre sabremos que no existe la soledad, mientras apredamos a confiar en nosotros mismos.

Confía en tí y el mundo se abrirá. Como es adentro es afuera, por lo tanto, confía en tí mismo y el mundo lo hará también.

Si han encontrado de utilidad este artículo, y deseas obtener ayuda de un Coach profesional, no dudes en escribirme. Juntos conquistaremos la confianza que mereces.

Comparte y comenta en este artículo.

6 Hábitos que Importan

¿Vida Equilibrada?

Tener una vida equilibrada no es tan fácil. Son muchos los factores a los que debemos poner nuestra atención diariamente, y poco a poco vamos simplificando nuestras prioridades. Queremos  lograr diferentes cosas en el trascurso de la vida, y el desequilibrio nos juega en contra a la hora que más necesitamos estar al 100%. Es por esto que de todas las actividades, hay 6  que considero prioritarias para cualquier persona y que dándoles la atención necesaria podemos generar un soporte físico – emocional – mental y espiritual, que le de estabilidad a nuestro proyecto de vida.

[su_row][su_column size=”1/1″]graph-07[/su_column] [/su_row]

[su_row][su_column size=”1/1″]

Primero, respira…

Antes de seguir leyendo, tómate unos minutos, observa la imagen y pregúntate si realizas satisfactoriamente estas 6 actividades semanalmente. Considera cada punto como único y a la vez como parte de un sólo ecosistema. Es tu vida y nadie sabe mejor que tu, como estás viviéndola, aunque, a veces tenemos dudas y es bueno pedirle la opinión a alguien no tan cercano ni lejano, alguien que nos observe y con mayor objetividad nos pueda dar un feedback en alguna de estas áreas.

Analiza, se honesto.

Vamos, esto es para ti, no necesitas decirle a nadie sobre esto. Se honesto contigo mismo y pregúntate. ¿Cuál de estas áreas son mis áreas fuertes?, ¿Tengo hábitos sólidos que las respalden?, ¿Hay alguna de ellas que necesito cambiar urgentemente?

Más profundamente, ¿Me siento equilibrado, con mi vida actual?, ¿Estoy viviendo plenamente mi salud física y mis relaciones interpersonales?, ¿Me amo?, ¿Tengo energía para todo lo que hago y quiero hacer?, ¿Estoy aprendiendo cosas nuevas?, ¿Cuál fue el último libro que leí?, ¿Me conozco lo suficiente?

Ejecuta

Se que no se cambia nada de la noche a la mañana y que se requiere de un esfuerzo. Si eligieras una de estas áreas, que quisieras empoderar, desarrollar o cambiar, ¿Cuál sería?. Elije la más simple y no esperes hasta el lunes, comienza con lo que puedas. Apaga la Tv más temprano, aprovecha esa hora libre después del trabajo y sal a trotar, tómate tu tiempo y cocina algo sano que realmente disfrutes, llama a tu hermano y dile que lo amas. 

Parecen cosas simples, pero cada vez las hemos perdido más y más. Las olvidamos por su simpleza y cercanía. El sistema tiende a desequilibrarnos, pero no por eso vamos a permitir que nuestro tiempo y energía se malgasten. Esto depende de cada uno, no necesitamos ir a decirle a los demás, qué estamos haciendo ni por qué, simplemente hacerlo y tomarlo como un hábito.

Ganar cada mes un hábito saludable nuevo. Al cabo de 1 año, nuestra vida completa se verá diferente. Pocos comprenderán como lo hemos logrado, y sabremos en nuestro interior  que habremos requerido mucha perseverancia para lograrlo, conoceremos nuestras luchas y las honraremos.

Agradece

Sin importar en que estado creas encontrarte, agradece por quien eres, lo que tienes, lo que has logrado, por quienes tienes a tu alrededor. Agradece cada día y la vida será más fácil, más llevadera.

Una vez una gran amiga me dijo, así como das a otros, aprende a recibir también y agradece. Sus palabras se grabaron en mí, y descubrí que la vida tiene tanto para dar, ofrece tantas oportunidades diariamente. Pero si no sabemos recibirlas, como esperamos cambiar algo, como esperamos salir de donde estamos. El acto de agradecer es maravilloso y es una expresión del amor que sentimos por otros y por la vida misma. Ya que todos queremos sentirnos amados y amar. El agradecimiento nos llevará a ese estado emocional que trae verdadera paz con uno mismo y el mundo. Nuestros problemas comenzarán a diluirse como la tinta en el agua. Habrá menos yo y más nosotros.

Celebra

Ríe, haz el ridículo, baila, viaja, come algo distinto y exótico, enamórate de una mariposa, impresiónate por la naturaleza. Uff, vida, sorprendente y grande y aquí estoy, ¿sin disfrutarla?. Creo que es hora de cambiar mi humor de una vez, y comenzar a celebrar cada logro, cada momento, cada alegría, mía y de los demás.  A cuanta gente conocen en su trabajo, que piensa que debes estar muy serio, si no, no estás trabajando, no es posible que seas feliz haciéndolo. Pues, ¿sabes qué?. Tu vida, tu trabajo y todo lo demás si te puede hacer feliz, si puedes pasarlo bien y vivir con una sonrisa en tu cara. Y eso, amigos, depende de cada uno de nosotros. Ser felices verdaderamente depende exclusivamente de cada uno. Ya que si no podemos cambiar lo que no se puede controlar como el medio en que vivimos y trabajamos, podemos cambiar nuestra actitud al respecto. Es por esto que el celebrar se vuelve una necesidad de primer, segundo, tercer y cuarto mundo. Aprender a hacerlo de corazón.

Dar y pedir ayuda

¿Sabes?, no estás sólo, hay gente a tu alrededor también, que está en su propia lucha. Formar una red de ayuda, nos traerá beneficios a todos. Pues si ya vivimos todos juntos en este planeta, ¡ayudémonos el uno al otro! Nadie va a vivir para siempre y la vida pasa demasiado rápido como para vivir de forma egoísta, con miedo y solitario. Aceptar que no podemos lograrlo todo nosotros solos, es un primer gran paso. Luego atrévete a pedir ayuda. Y sobre todo, da. Ofrécela, sin pedir o esperar algo a cambio, sin miedo. Y si la quieren retribuir, entonces acepta. Ya que en ese intercambio de recursos y favores, fortalecerás esta red de apoyo, que te llevará a sentirte mejor con el mundo.

Si no te queda claro, déjame un mensaje, ¿quieres ayuda?, Como Life Coach lo puedo hacer. Escríbeme y conversemos, ya que estoy seguro de que ambos aprenderemos de la experiencia y ganaremos totalmente.

[/su_column] [/su_row]

Fitness y hábitos clave

Muchas personas buscan generar cambios en su estado físico o en su apariencia. Pero pocos lo logran efectivamente, ya que exige un compromiso que pocos están dispuestos a tomar. Pocos se dan cuenta, que los verdaderos cambios, vienen sólo si modificamos los hábitos que representan los pilares fundamentales de la salud y de la vida humana.

El ejercicio, la alimentación y el sueño. Estos son los hábitos clave que nos ayudarán a generar el estilo de vida que buscamos, la apariencia física que anhelamos y la condición para sentirnos vivos, motivados y capaces de hacer cualquier esfuerzo, ya sea por diversión, necesidad o meta personal.

Ejercicio

Tener actividad física, no solamente es saludable, sino prioritario. El ser humano, se ha ido acomodando en las sillas, sofás y camas, ha perdido su naturaleza de cazador y aventurero, cambiándola por la conformante televisión. Llevamos una vida, basada en el trabajo rutinario, para volver a nuestros hogares a conformarnos con las cosas que compramos, descansar de un agotador día laboral, estresante y enfermante. Ciudades contaminadas con ruido y smog.

Los doctores recomiendan actividad física demandante 3 veces por semana. Pero, ¿es eso realmente?, ¡Absolutamente, no!. Hemos olvidado disfrutar la naturaleza, ir de expedición, ponernos metas desafiantes, llevar nuestro cuerpo al límite de vez en cuando, para saber de qué es capaz. Cuando acaba el invierno, veo muchas personas empezando a “prepararse” para el verano, la playa, los trajes de baño, etc. Pero honestamente, no hay ningún cambio real en la vida de esa persona, solamente seguir la corriente de la voraz maquina social. Pagar una cuota anual en un gimnasio, al que irán 3 meses, casi como si fuera la última prioridad. Si en verdad, quisiéramos comprometernos, no necesitaríamos nada de esto, solamente salir a trotar, usar las plazas o parques, o caminar.

El verdadero problema que esto conlleva, es que no generamos un habito saludable de ejercicio físico. Cada vez que queremos “comenzar”, nos parece dificilísimo y la motivación no dura más que un par de semanas. El esfuerzo para comenzar y sostener es demasiado, comparado con toda la carga de estrés que ya tenemos por el día a día laboral, sin contar los problemas personal y/o familiares.

¿Qué hacer?

1. Comienza poco a poco, 2 días por semana.

2. Hazlo por lo menos 3 meses. Ya que el verdadero esfuerzo consiste en mantener este hábito, más que en el número de veces que lo estás haciendo.

3. Ponte metas realistas y desafiantes al mismo tiempo. Si quieres correr 5k y con suerte logras correr 2 y caminar 3, entonces anda poco a poco incrementando los kilómetros corridos y reduciendo los caminados, hasta que llegues a los 5. La clave está en no rendirse, no hacerle caso a la voz negativa que te hace sentir que no estás preparado o que estás perdiendo tu tiempo.

Si es muy difícil hacerlo por tu cuenta, métete a una clase grupal o búscate un personal trainer o Fitness Coach.

ciclos-01-02

Alimentación

El otro día iba caminando por la calle y vi un carrito callejero, lleno de golosinas, lo miré entusiasmado como cuando era niño, y cuando vi todo lo que había, pues nada me apetecía realmente. Ahí me di cuenta, que algún hábito alimenticio había cambiado en el trascurso del tiempo.

Hay que ser tajante a la hora de diferenciar el “alimentarse” de “comer”. Ya que una cosa, el comer, es echarse a la boca, masticar y tragar, cualquier cosa, y eso lo hacemos todos. Mientras que alimentarse, significa, elegir concienzudamente, lo que voy a ingerir, teniendo en consideración, sus prioridades nutricionales, el nivel de actividad física diaria, y otro tipo de actividades.

Es diferente hacer dieta que tener una dieta. Ya que una cosa es hacer una dieta, por un tiempo determinado para lograr una meta y la otra es, tener conciencia de los alimentos que elijo para mi vida. Aprender a elegir, no por el “gusto” o “placer”, sino más por el efecto que tendrán en mi cuerpo posteriormente. Si sabes que la leche de vaca te hace mal, y te genera mal estar, no la consumas, por más rico que se vea ese postre de 3 leches o de crema. Si estas haciendo actividad física intensa, no dejes de comer carbohidratos o proteínas, ya que tu cuerpo las esta usando cotidianamente para mantenerse en forma y en buen estado.

La ansiedad es el gran enemigo de todos los que quieran cambiar o tener un nuevo hábito alimenticio, por lo tanto, deberemos luchar para no tener recaídas. El ejercicio físico, nos ayudará a mantener los niveles de endorfina altos, bajando la carga de estrés en el organismo. Otras actividades, como estar cerca de naturaleza, compartir con amigos, leer, ver menos TV, descansar bien, nos apoyarán en este proceso.

¿Qué hacer?

1. Infórmate sobre las propiedades nutricionales de los alimentos.

2. Come bastantes verduras y frutas crudas.

3. Toma 2 o 3 litros de agua diaria y deja las gaseosas.

Es recomendable, ir a un especialista en nutrición para tener un apoyo profesional, a la hora de tomar decisiones sobre que comer y que no. Ser responsable por nuestra alimentación es una prioridad, ya que influirá en todo lo demás que hagamos diariamente.

Sueño

¿Han salido fuera de la ciudad a un lugar donde no hay luz artificial? Si es así, se habrán dado cuenta que apenas se esconde el sol, naturalmente nos da sueño y ganas de dormir. Pero la luz artificial, las pantallas prendidas hasta altas horas de la noche, nos han ido cambiando los ciclos de sueño. Esto genera una gran carga de estrés en el organismo. A esto sumémosle la mala alimentación, el estrés del trabajo y problemas personales y la falta de ejercicio físico. Normalmente vamos a comenzar a padecer de algún tipo de insomnio y  cansancio acumulado, dañando enormemente nuestra salud y bienestar.

En este caso, hay que apagar la luz e irse a dormir bien cansados. Ahí es donde el ejercicio nos ayudará, pues nos hará agotar esa energía. Aunque no es muy recomendable hacerlo próximo a nuestras horas de sueño, ya que no nos dejará dormir, muy temprano.

Los deportistas profesionales, deben por obligación dormir y descansar de verdad, para estar en forma. Y nosotros también. Por lo tanto generar un hábito de sueño sano, no sólo reducirá el estrés en nuestra vida, sino que nos mantendrá motivados, con energía y buena predisposición física.

Aprender a respetar y priorizar nuestro sueño, nos dejará una grata sensación de paz y de realización personal. 

¿Qué hacer?

1. Apaga las pantallas 1 hora antes de irte a dormir, y si es posible, saca la TV de tu habitación.

2. Leer unas 10 páginas de un buen libro antes de dormir, estimulará el sueño y el buen dormir.

3. Se consistente con el número de horas diarias que descanses. Ni más ni menos, No te excedas, pero tampoco generes una falta de sueño.

Hay personas que toman pastillas para dormir, yo las cambiaría por medicamentos naturistas y meditación, relajación con música y repetición de mantras. Esto ayudará a relajarse e inducir el estado de sueño necesario.

Si sientes que quieres trabajar alguno de estos 3 hábitos, no dudes en contactarme y hacer la diferencia para obtener la vida que realmente quieres y mereces.

Qué es lo que te define

El primero de enero es un día especial. Porque si te fuiste de fiesta, seguramente despertarás tarde y con resaca. Si no es así, no importa. En verdad da lo mismo si disfrutaste con tus mejores amigos y familia, si te perdiste en una fiesta multitudinaria o si pasaste la noche de año nuevo sólo.

Y digo que no importa por que nada de eso te define, ni definirá quien eres realmente.

¿Entonces que es lo que sí nos define?

Imaginemos que estamos pasándolo increíblemente bien, en alguna fiesta o reunión social. Quizás estás bailando o conversando y riendo hasta mas no poder. Ese momento tan positivo pareciera ser un buen momento, un momento de felicidad y alegría. Y la mayoría de las veces no vamos a interrumpir ese momento para preguntarnos, “¿Quién soy yo?”. El 90% de las veces vamos a vivirlo al máximo intentando no apagarlo. Del mismo modo, imaginemos que estamos pasando por una situación bien difícil, de mucho estrés, emociones como rabia o tristeza. Intentando solucionar algún problema que nos afecta fuertemente. Pues, creo que tampoco vamos a detenernos a pensar, “¿Quién soy yo?”.

Ahora imaginemos que estamos en un momento introspectivo, mirando el mar, pensando en varios aspectos de nuestra vida. Seguramente nos preguntaremos “¿Quién soy yo?” y nos haremos varias preguntas más al respecto. Y suponiendo que encontremos una respuesta. ¿Acaso no hemos hecho eso varias veces en nuestra vida y siempre hemos encontrado una respuesta un poco diferente?, ¿Será que hemos cambiado tanto con el pasar de los años, o tras haber vivido alguna experiencia intensa?. ¿Soy yo el mismo que era cuando tenía 5, 10 o 20 años?. De seguro algo de este yo ha perdurado, pero tanto nuestro cuerpo ha cambiado, como nuestra forma de vivir, como nos aproximamos a las experiencias, como nos sentimos con nosotros mismos, etc.

Entonces, ¿qué es lo que me define?, ¿Acaso algún día encontraremos una respuesta definitiva?

Voy a entregarles un concepto, con el que me gustaría que jugaran en sus reflexiones internas. Me ha servido bastante para darle un respiro a mi mente incansable y ha simplificado la visión misma de la vida que tengo, al punto de convertirla en un pasar bastante grato, pues me ha ayudado a comprender términos mucho más profundos como la felicidad.

Primero aclaremos ciertas cosas. Todo lo que creemos que existe, existe como un pensamiento o idea en nuestra mente. Por lo tanto en nuestro cerebro. No hay forma en que algo que no creamos que exista, no exista primero en nuestra mente. ¿Que quiero decir con esto?

Pasado: Lo que ocurrió en el pasado, lo conocemos por que hay un registro, alguien que recopiló hechos, verídicos o no, interpretativos o no, dijo, esto sucedió, de esta manera y nosotros lo aceptamos, pues así nos educaron. Para acatar más que para cuestionar.

Mitos: Tomemos el ejemplo del dragón como figura mítica. Todos saben que existen, pues hay millones de pinturas, libros, películas, etc. Que los muestran bien detalladamente. Para algunas personas es sólo fantasía, aún así el término “dragón” es familiar, eso quiere decir que a pesar de que los consideren una creación imaginaria, existen como tal en su mente. Para otros son un hecho bien real, incluso buscan todos los medios disponibles para comprobar su existencia. Y esto mismo ocurre con los extraterrestres, los dioses e incluso con las creencias religiosas de hoy en día. Podríamos decir que la existencia de Buda o Jesús, podrían ser sólamente un mito. Y aunque así lo creyéramos, aún así existen en nuestra mente.

Todo lo que existe en la naturaleza y que ha sido descubierto o creado, tiene un nombre, una descripción, una referencia, obedece a una categoría y esta a su vez a una familia de categorías. Todo el lenguaje ha ido evolucionando para mantener el control de lo que existe, y como el lenguaje es la fuente primordial de nuestros pensamientos, podríamos decir que nuestras mentes nos han servido como un inmenso categorizador de experiencias, que funciona por sí sólo, pues es el mismo sistema de pensamientos, el que le da la capacidad de seguir “siendo”.

Aún así, no somos capaces de respondernos lo más básico y eso es “Quiénes somos”. Unos dicen que somos la evolución de un mono, otros dicen que somos los hijos de seres superiores y otros, para mi gusto más sabios, simplemente un misterio.

¿Entonces como opera todo esto?, El concepto del que quería hablarles es la “identificación”. Y es bastante simple, Todo pensamiento con el que nos identifiquemos, lo hacemos parte de la conciencia del “yo soy”. Todos los conceptos relacionados, los pondremos bajo nuestro alero y también serán parte de este “yo soy”. Cuando alguna crisis ocurre en nuestra vida, y algunos de estos conceptos desaparece o es puesto en duda, entonces parte de ese “yo soy” se transforma. Pasamos día a día, tranquilos sin cuestionarnos nada de esto, por que el sistema de control que tenemos en nuestra mente, nos lo permite.

No cuestionarme, cada vez que me levanto por la mañana, “¿Quién soy?”. Por un lado es positivo, pues así nos podemos enfocar en nuestras acciones cotidianas, pero por otro lado, es esto mismo lo que nos genera cada crisis, por que de vez en cuando, alguien aparecerá en nuestra vida que hará que todo cambie. Puede ser un nuevo jefe en el trabajo, que nos pida hacer más cosas o lo que ya hacíamos, de una forma diferente. Podría ser alguien de quien nos enamoremos, estando o no en una relación. Podría ser un hijo que nos de un sentido de la vida nuevo, nos renueve el compromiso y la responsabilidad y nos de fuerza para seguir hacia adelante. O la muerte de un familiar, incluso la de una mascota.

Todos estos hechos diariamente, nos cambian, y la crisis real aparece cuando el concepto con el que nos “identificamos” cambia. Así como hay gente que se cambia de partido político, religión, se va a vivir a otro país, o sea lo que sea, cambiamos y así la “identificación” también.

¿Qué significa identificarse? En Wikipedia existe esta definición:

La identificación (de la raíz identi-, “identidad“) es, en psicología, la conducta, las habilidades, las creencias y la historia del individuo en una imagen consistente de sí mismo(a). La identidad es una búsqueda de toda la vida, la cual se enfoca durante la adolescencia y puede repetirse durante la edad adulta. Erik Erikson subrayó el hecho de que este esfuerzo por encontrar un sentido de sí mismo y del mundo es un proceso sano y vital que contribuye a la fuerza del ego del adulto. Los conflictos que involucran el proceso sirven para estimular el crecimiento y el desarrollo. Así, para alcanzar un buen nivel de autoestima se debe, antes que nada, descubrir la propia identidad.

¿Qué quiero decir con todo esto?

1. Somos libres de generar la identificación que queramos, esto significa que podemos cambiar conscientemente cada vez que lo necesitemos o queramos ya que aunque no quisiéramos o sintiéramos que no podemos, aún así lo haríamos. En vez de hacerlo por medio de una crisis, simplemente podemos aprender a fluir, y no encajonarnos o hacernos prisioneros de nuestros propios pensamientos. Ya que no es algo que esté fuera de nosotros, los únicos capaces y responsables de generar esto, somos nosotros.

2. Así como nuestra “identidad” puede cambiar, también los demás, por lo tanto, dejar de generar juicios sobre los cambios de otros causará dos cosas muy positivas. La primera es que nuestra vida en sociedad será mucho más plácida y la vida de los demás también, ya que no haremos sentir a otros el juicio y el peso de no poder ser quienes son realmente. Esto conllevará a una vida más honesta y sincera, a relaciones más sanas, pues aprenderemos a aceptar a los demás tal cual, y no bajo nuestros propios términos sujetos a nuestra “identificación social”. Por otro lado y no menos importante, es que nosotros estaremos mucho más libres, en vez de estar ocupando pensamientos en situaciones que no nos pertenecen, pues son de la vida ajena, podremos enfocarnos simplemente en nosotros mismos y en las cosas que si nos generan felicidad, éxito y gratificación.

Cambia

Finalmente les quiero dejar una serie de ejercicios que los ayudarán a pasar cada proceso de vida por el que estén. Aprender a cambiar es tan importante como aprender a contar y escribir. Ya que irremediablemente estamos constantemente haciéndolo, ¿por qué no mejor volvernos expertos y así tener una vida más armónica?

Evalua tu pasado

Haz una lista cronológica de los años que quisieras revisar, de hitos importantes, de sucesos que te marcaron y pregúntate: ¿Quién era yo en ese momento?, ¿Cómo viví esa situación?, ¿Qué hice para superarla?, ¿La disfrute realmente?, ¿Si volviera a pasar por algo así, que haría diferente?, ¿Qué aprendí?

Revisa tu presente

Seguramente estás pasando actualmente por alguna situación que quisieras cambiar o te ves forzado a hacerlo. Toma lo mejor que ya hiciste en tu pasado y pregúntate, ¿De lo que aprendí, que podría replicar ahora?, ¿Quién soy yo ahora?, ¿Qué quiero hacer realmente?. Esta última pregunta es importante, como es un ejercicio no temas en escribir eso que verdaderamente quieres. No te limites, aunque suene imposible o soñador, simplemente hazlo. Luego evalúa cómo podrías llevar eso a un plan de acción para realizarlo.

Olvida el futuro

Así es, olvídalo y vive el ahora con toda su intensidad. Usa tu plan de acción para definir metas y acciones, pero enfócate en el ahora. Toma todo el potencial positivo, de quien eres realmente, sin máscaras, sin heridas, sin nada y vívelo. El futuro nunca llega, por que sólo existe el ahora.

Mientras más tiempo nos demos para estar con nosotros mismos, para conocernos, quien realmente somos, más vamos a aprender sobre la vida misma y ganaremos mayor convicción en todo lo que emprendamos, mayor sabiduría para cada cambio y simplemente nuestra vida pasará de ser una compleja existencia de sucesos a un armónico y simple ser y estar en el ahora, fluyendo y amando lo que somos y al mundo.

Si te ha parecido de interés este artículo, no dudes en compartirlo, deja tu mensaje o ponte en contacto conmigo, si quieres dar un paso más allá con el apoyo de un Life Coach.

4 hábitos para dejar de pensar demasiado

¿Piensas demasiado?

Incontables veces me han criticado que pienso demasiado. A veces también como una manera de elogiarme pero normalmente como un llamado de atención, como diciendo, ¡sólo hazlo!. Y con el transcurso del tiempo concluí que si bien no es nada de malo pensar bien las cosas y tener una capacidad de análisis más profunda, para muchas actividades e incluso para la buena salud, pensar demasiado no es tan positivo. Entonces, ¿Cómo dejar de hacerlo?

Muchas ideas se vienen a la mente automáticamente, pero la más simple, fácil y que no requiere de un gran plan, es simplemente ponerse a hacer algo. 

¿Pero qué? ¿cómo? ¿es correcta esta forma de hacerlo? ¿qué pasa si me equivoco?…

Bueno aquí presento 4 acciones diarias que podemos poner en práctica desde ahora mismo y que poco a poco nos ayudaran a cambiar el hábito de “pensar demasiado” y así abrirnos a la posibilidad del éxito, de la tranquilidad mental y de ganar confianza en nosotros mismos.

Posibles causas

Inseguridad y duda

No creer en uno mismo. No saber que somos capaces de hacer todo lo que nos propongamos. Ahogarnos en un vaso de agua. Pensar que todo debe ser hecho de una sola manera. Carecer de la visión a largo plazo para entender que ciertos procesos traerán resultados en el mediano o largo plazo. Estructuras de pensamientos que limitan, como utilizar demasiadas palabras negativas o de poco compromiso como “quizás, intentaré o trataré”. Esperar a que las circunstancias sean las ideales para ponernos en acción, sin entender que es uno es el que las genera. Escuchar demasiado la opinión de otros y a la vez esperar causar una buena impresión. No permitirnos hacer el ridículo o equivocarnos. Dejar de reírse de sí mismo. No escucharse ni hacerse caso.

Sedentarismo e inercia

Tener una vida sedentaria, alimentarnos mal o pésimo, hacer poco ejercicio, no salir de la rutina, no conocer personas nuevas, quedarnos quietos sin hacer nada. En vez de estar haciendo algo, quedarnos pensando podría estar haciendo tal o tal cosa, apegarnos demasiado a lo que tenemos, a la gente que frecuentamos, a lo que comemos, ver demasiada TV o quedarnos demasiado tiempo en el computador procastinando. Simplemente, no atrevernos a salir de nuestra zona de confort no solamente nos lleva a la inacción, sino que nos hace dormir como esperando que el día de nuestra muerte llegue, como un veneno que mata poco a poco.

Resultados de pensar demasiado

Ansiedad y estrés

¿Qué ocurre cuando pensamos demasiado, no hacemos lo que debíamos haber hecho, no logramos las metas que nos propusimos y seguimos aplazando nuestros propios sueños?

Sobreviene la culpa, lo que genera ansiedad, que día a día va incrementando, como un parásito en nuestro sistema de pensamientos y que comienza a ganarle espacio a aquellos pensamientos y emociones positivas que nos hacen salir de nuestra cama motivados, agradecidos y felices. Se aprovecha de los problemas subyacentes y colindantes y los utiliza como excusas para hacerse más fuerte como una mancha de petroleo en el océano, que se va expandiendo poco a poco y contamina el agua, los animales, playas y todo lo que toca en su camino.

Después nos preguntamos por qué estamos enfermos, porqué la gente enferma de cáncer y depresión, porqué no podemos ser felices, porqué nos afectan tanto las cosas que suceden a nuestro alrededor y poco a poco dejamos de ser nosotros mismos y somos esta mancha de petroleo, que incluso incita a contaminar la mente de la gente a nuestro alrededor con nuestro pesimismo pegajoso.

Nos acomodamos en ella y creemos que el mundo entero es así y si no, debe serlo. Pensar demasiado es la enfermedad del hombre y la mujer que no toma el timón de su vida. Que no se responsabiliza de su propio existir y de sus acciones. Del que no quiere estar presente y busca métodos de evasión, abusando de estupefacientes o de cualquier cosa que a ratos lo haga olvidarse un poco más. Y así como en una historia dramática, morimos lentamente, engullidos por la propia oscuridad de nuestros pensamientos.

Nos contamos historias, fantaseamos, creamos mundos enteros, pero ninguno es real, ninguno contiene lo esencial que es la acción misma de ser. Nos masturbamos con estos pensamientos, formando hábitos, en el metro o en el bus, en el trabajo, en la calle o en una fiesta. Preferimos huir a estos pensamientos por que nos mantienen a salvo del dolor, de la frustración, del ridículo, del que dirán, pero nos mantienen atados a una existencia dolorosa, ignorantes y amarrados a repetir incontables veces, patrones que nos llevarán siempre a los mismos resultados.

¿Qué hacer?

1. Tiempo libre

Cuando tengas tiempo libre, úsalo en algo productivo y que te llene. Como tocar un instrumento, pintar o dibujar, hacer ejercicio. Ordenar tu habitación, rediseñar el espacio en tu casa. Busca todas esas cosas pendientes que dejaste hace meses o años y hazlas. No digo que no descanses, pero dedica al menos 1 hora de tu día o al menos a la semana para esto. Simplemente no pienses, haz una lista y ponte en movimiento. El único remedio que conozco para salir de esta inercia y del sobre pensamiento es ponerse a hacer algo. Y mientras lo hagas, no estés pensando, sino que mantente presente en aquella acción que emprendiste y hazla lo mejor posible. Verás como pasa el tiempo, como algo que quizás te daba mucha pereza se transforma en una nueva entretención y hasta podrías descubrir un talento que por ahí habías olvidado.

2. Ten un hobby

La vida no es solo trabajo o estudios. Dedícate a algo que te guste mucho y dedícale horas, las más posibles. Hazte bueno en eso y luego enséñalo. Descubrirás un nuevo propósito en tu vida, nuevas pasiones e incluso el vuelco profesional que estabas buscando. Un día ese hobby puede que sea parte de tu estilo de vida, en que deje de ser un hobby y sea una prioridad. Entonces busca otro hobby y vuelve a comenzar, sin abandonar tu nueva prioridad. Re hace tu vida en torno a acciones sencillas en actividades que te llenen y verás como pronto tus pensamientos, lejos de ser negativos, serán positivos y productivos.

3. Descansa y aliméntate correctamente y ejercita diariamente

Con las exigencias del día a día nos olvidamos de algo importante, nuestro cuerpo. Ocuparse de él debería ser una prioridad para todos. Y lo que nuestro cuerpo requiere son 3 cosas fundamentales, darle las horas necesarias de descanso, como dormir, relajarse, ir a la naturaleza, etc. Alimentarse sanamente, lo más natural y sano. Mientras menos “productos” consumamos nuestro organismo estará mejor. Eso quiere decir, reducir la ingesta de bebidas carbonatadas, azúcares, golosinas, comida congelada, comida rápida, etc. Y por último hacer ejercicio 3 veces a la semana mínimo debería ser una prioridad, movilizaremos toxinas acumuladas en la sangre y órganos, generaremos hormonas que nos mantendrán en estados de mayor felicidad y motivación y por sobre todo, sentiremos que nuestro cuerpo enferma menos, nos acompaña a cada aventura que le propongamos, mejorará nuestra vida sexual, nos sentiremos capaces de hacer más cosas, seremos más productivos y aprovecharemos el tiempo con calidad.

4. Medita

Aprender a meditar es como ganar una caja de herramientas para aprender a manejar nuestra mente. No se trata de sentirnos en paz despues de repetir un mantra, se trata de aprender a llevar el timón de nuestros pensamientos, sin dejarnos influir por cada pensamiento y emoción que nos sobreviene. Aprender a meditar es el camino para disfrutar de la vida de forma plena.

Comienza por lo simple

Finalmente cualquiera de estas cosas nombradas o cualquiera que te gustaría comenzar a hacer desde hoy en adelante, van a requerir de un esfuerzo. Es por esto que recomiendo comenzar por lo simple. Levántate de esa silla y saca a tu perro a pasear, pero no en 5 minutos, de inmediato, después terminas de leer el artículo. Un paso a la vez, cuando regreses y termines de leer el artículo haz una lista de no mas de 4 cosas que quieres hacer. Elige una, la más atractiva, simple de realizar de acuerdo a tus tiempos y comienza. Anótalo en tu agenda, en tu teléfono, en tu mano y simplemente comprométete contigo mismo. No hay imposibles para aquel que realmente quiere.

Si haz encontrado este artículo de utilidad, compártelo y comenta tu experiencia. 

Si sientes que quieres dar un paso más allá no dudes en contactarme y recibir apoyo de un Coach.

Confianza

¿De donde nace la confianza?

¿De lo que otros opinan de nosotros? ¿De como nos sentimos con nosotros mismos? ¿De nuestros pensamientos o de nuestro espíritu?

De acuerdo a la definición de Wikipedia, La confianza es la seguridad o esperanza firme  que alguien tiene de otro individuo o de algo. También se trata de la presunción de uno mismo y del ánimo o vigor para obrar. Por ejemplo: “Este hombre no me inspira confianza, creo que no voy a aceptar el trato”, “Juan le dio su confianza y ella lo traicionó”, “Tengo la confianza necesaria para derrotar al rival”. 

Desde un punto de vista personal, para mí la confianza proviene de uno mismo y no del exterior, como por ejemplo otras personas. Si bien, el hecho de que haya alguien o más de alguien que confíe en nosotros, esto puede o no influir en la confianza que tenemos en nosotros mismos y tampoco influirá en la confianza que somos capaces de depositar en los demás o en los procesos laborales, de vida, etc. Aunque por otro lado, he visto que cuando no sabemos confiar, es a través del modelaje conductual, es que aprendemos a confiar, principalmente desde la niñez con nuestros padres. A mayor confianza que hayamos sentido por parte de ellos hacia nosotros y a mayores actos de confianza que hayamos podido emular, más altas serán las posibilidades de que en nuestra adultez, seamos hombres y mujeres que confiemos en nuestras propias habilidades, corazonadas y actitudes y al mismo tiempo, mayor confianza real podremos dar a otros.

Pero si este no fuera el caso, y en verdad creo que la mayoría de nosotros pasamos por problemas de confianza en diferentes momentos de nuestra vida. ¿Cómo podríamos ganarla o desarrollarla?

En ese sentido, vamos a hablar desde lo interno y desde lo externo, pequeñas acciones que en sumatoria van ayudando al desarrollo de la confianza y con esto la mejoría en nuestras relaciones, la capacidad de ser empáticos y de lograr soltar el control que muchas veces nos causa estrés y puede derivar en crisis laborales, familiares y personales. Dejando por último que toda crisis es un síntoma de una crisis interna y personal.

Expectativas

Esto tiene relación con lo que estamos esperando que suceda, ya sea un comportamiento propio o de otra persona o de un grupo de personas. Así como de resultados esperados de acuerdo a acciones específicas. Por ejemplo, si cambiamos nuestra dieta, hacia una más sana, con más vegetales crudos, menos grasas saturadas y carbohidratos, probablemente mi espectativa es la de mejorar mi estado físico, bajar de peso o grasa corporal. Pero si esto no sucede, incluso siguiendo al pie de la letra las instrucciones del Coach o nutricionista, seguramente vamos a sentir frustración. Otro ejemplo muy común, se refiere a nuestras relaciones interpersonales, como cuando somos amables y educados con los demás, esperamos recibir el mismo trato, y cuando esto no sucede, una serie de emociones se desatan, a veces incluso desatándose el sentimiento de ira y sentirse profundamente defraudado por la otra persona. Como cuando hemos sido sinceros y nos mienten o engañan.

Al ocurrir esto, la confianza que habíamos depositado en aquella persona, se ve mermada, ¡a veces hasta fracturada por completo!.

Una vez escuche una frase popular que decía, la confianza es como un cristal, una vez que se rompe puedes repararla, pero las trizaduras siempre quedarán. Aunque personalmente, creo que el resentimiento y las viejas heridas, no nos hacen bien, creo que es bueno saber reconocer cuando existen para no volver a repetir errores y para darnos la posibilidad de volver a confiar. Ya que no conozco mucha gente que disfrute de este tipo de sentimientos, en general podríamos decir que el que más sufre tras una desilusión, es el que se desilusiona.

Aprender a ver y aceptar las trizaduras del pasado, darnos el espacio para sanar y permitirnos volver a confiar, en otros y en nosotros mismos, nos ayudará definitivamente a sentirnos mejor con nosotros mismos y con el mundo.

Control

Por otro lado, la necesidad de control puede jugarnos en contra a la hora de depositar confianza en otros, o en la vida misma. Ya que a veces tener confianza implica dejar que las cosas ocurran, soltando y permaneciendo inmutable. Estoy seguro que todos tenemos uno o dos casos en nuestra vida en que queríamos que todo saliera exactamente como lo habíamos planeado y no fue así. Aprender a confiar, es también aprender a ceder el control. Y para algunos individuos esto es muy difícil, y su mayor estrés se relaciona a las expectativas que depositan en otros y en su pobre capacidad de ceder el control de acciones y procesos. Para solucionar esto, es bueno aprender técnicas de trabajo en equipo y liderazgo, ya que nos armarán de un arsenal con el que podremos enfrentar todo tipo de situaciones, mantener el clima de trabajo o familiar, estable y positivo y simplemente aprender a disfrutar de cada proceso, en vez de transformarlo en un tormento.

Es importante aclarar que en muchas situaciones debemos llevar un control exhaustivo de los procesos y las personas implicadas, pero esto no es siempre así. Esto es bajo ciertas condiciones y momentos, no para toda situación. Por lo tanto aprender a identificar cuando aplicar control y cuando dejarlo fuera puede ser de gran ayuda a la hora de equilibrar nuestra vida personal.

 “Hay que tener fe en uno mismo. Ahí reside el secreto. Aun cuando estaba en el orfanato y recorría las calles buscando qué comer para vivir, incluso entonces, me consideraba el actor más grande del mundo. Sin la absoluta confianza en sí mismo, uno está destinado al fracaso.”

Charlie Chaplin

Continuará segunda parte